La cigala, también conocida como «langostino de Noruega» o por su nombre científico Nephrops norvegicus, es un crustáceo que se destaca tanto por su sabor exquisito como por su interesante biología. A pesar de ser menos conocida que sus parientes cercanos, como la langosta o el bogavante, la cigala es uno de los mariscos más sabrosos que encontrarás. En este artículo, te mostramos algunas curiosidades y datos interesantes.
1.Tamaño y apariencia
Las cigalas son más pequeñas que las langostas y bogavantes, con un tamaño promedio que oscila entre los 10 y 20 cm. Su cuerpo alargado, de un color naranja-rosado, las hace fácilmente reconocibles. Sus grandes pinzas delanteras juegan un papel crucial en la captura de presas y en la defensa contra posibles depredadores.
2. Hábitat
Estos crustáceos prefieren los fondos marinos fangosos y arenosos, donde pueden encontrar refugio y alimento. Las cigalas se encuentran principalmente en el Atlántico noreste y en el Mar Mediterráneo, habitando profundidades que varían desde los 20 hasta los 800 metros. Este entorno les proporciona las condiciones ideales, aunque también los hace difíciles de capturar.
3. Nocturnas y solitarias
Las cigalas son criaturas nocturnas que pasan la mayor parte del día escondidas en madrigueras que ellas mismas excavan en el fondo marino. Esto les permite protegerse de depredadores y conservar energía, por lo general son solitarios
4. Reproducción
El ciclo de reproducción de las cigalas es particularmente interesante. Las hembras ponen huevos una vez al año, los cuales llevan adheridos a su abdomen hasta que eclosionan. Este proceso puede durar entre 8 y 9 meses, durante los cuales las hembras cuidan con esmero de sus crías. Este largo periodo de gestación asegura que las crías nazcan en las mejores condiciones posibles.
5. Comunicación en el mundo submarino
Las cigalas no son criaturas silenciosas. Se comunican entre sí mediante vibraciones que producen con su cuerpo. Este método de comunicación es crucial durante la reproducción y cuando defienden su territorio. Estas vibraciones pueden transmitir mensajes importantes a otras cigalas, ayudándolas a coordinar sus acciones y mantener su espacio personal.
6. El cambio de caparazón
Como otros crustáceos, las cigalas deben mudar su caparazón para crecer. Este proceso, conocido como muda, es esencial para su desarrollo. Sin embargo, durante el tiempo que tarda en endurecerse el nuevo caparazón, las cigalas se encuentran en un estado vulnerable, lo que las expone a los depredadores. Es un momento crítico en su ciclo de vida, pero también una parte natural de su crecimiento.
7. Valor nutricional
En la gastronomía, especialmente en la cocina mediterránea, la carne de la cigala es altamente apreciada. Su sabor es más dulce y delicado que el de otros crustáceos. Los chefs valoran su textura suave y su capacidad para realizar una amplia variedad de platos, desde pastas hasta arroces y guisos. Además son ricas en proteínas y bajas en grasas, lo que las convierte en un alimento saludable. También son una fuente significativa de vitaminas B12 y E, así como de minerales esenciales como el selenio y el zinc.
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